El final de Facebook como lo hemos conocido

Vimos como hace unos días Facebook eliminó el chat desde la versión móvil para que no nos quedara otra que descargar su aplicación de mensajería móvil conocida como Messenger App.

Una jugada que quizá a muchos usuarios no les haya gustado y que parece extraña, si recordamos que la compañía compró por 19 mil millones de dólares a WhatsApp, ¿Para qué insistir en su propia App?. En fin, lo cierto es que el equipo de Zuckerberg está decidido a cambiar y este paso es tan sólo el primero de varios. Todo apunta a que la red social se convertirá en un conjunto de aplicaciones móviles que estarán integradas entre sí. Muchos usuarios actualizarán, muchos otros no y esto es un gran riesgo. ¿Por qué la plataforma afronta este sacrificio?

El consenso de la información de los especialistas, es que la red social ha decidido dar el salto y comenzar a pensar y actuar como una «fábrica de aplicaciones» (App Maker), una empresa de software que mantiene una funcionalidad limitada y selectiva. Mientras esto ocurre los usuarios irán creciendo junto a la aplicación o funcionalidad que realmente utilicen.

Facebook: Una experiencia de segunda clase

La empresa ha confirmado que la decisión de diluir a la mensajería de la aplicación principal, está justificada porque los usuarios responden un 20% más los mensajes desde la aplicación Messenger que desde la principal. El propio Mark Zuckerberg se quejó del chat dentro de la aplicación principal llamándola como «algo de segunda clase».

En cierto modo, todo dentro de la aplicación de la famosa red social es de segunda clase. Es por esto que la compañía ha estado estos dos últimos años dividiendo la aplicación principal en funcionalidades separadas.

«La experiencia de Facebook es tres experiencias en una», dijo Simon Khalaf, CEO de la firma de monioreo de Flurry. «La primera es para compartir fotos; el «muro», para las noticias; y la tercera es la comunicación. La empresa transformó esto en tres aplicaciones».

Para compartir fotos, la empresa tiene a Instagram y su propia aplicación de fotos. Para las noticias, tiene a Paper. Y para la comunicación, tiene a Messenger.

La construcción de una vía de escape

Viendo esto es posible que podamos preguntarnos ¿Cuál funcionalidad quedará en el centro de éstas aplicaciones? una vez que todo ha sido separado. En los mercados maduros, como los EE.UU., la base de usuarios de Facebook ha dejado de crecer claramente. Mientras que los usuarios se han movido del escritorio al móvil para entrar a la plataforma, no están necesariamente usando mucho el producto. Por otra parte, a veces los usuarios recurren a competidores como SnapChat y WhatsApp, aunque esta pertenece a Facebook.

«Una visión escéptica sobre las decisiones de Facebook es que está tratando de construir una vía de escape a un mejor lugar antes que la nave se estanque», dijo Eric Eldon, co-fundador de Inside Facebook, ex editor en jefe de TechCrunch, y periodista experimentado. «están tratando de consolidar el uso de una parte de la red social que tiene un potencial no realizado… Mi conjetura es que están preocupados por las tendencias a largo plazo en torno a la experiencia central de Facebook y viendo la popularidad de las aplicaciones de mensajería rivales que interfieren con Facebook de manera mortal».

De cualquier manera, el movimiento es una clara señal de que Facebook realmente está convirtiendo su servicio en una constelación de aplicaciones móviles. No hay duda que la decisión de Facebook para acabar con el chat en su aplicación insignia será un duro golpe a corto plazo a los niveles de actividad en su red de chat. La aplicación de Facebook está ampliamente instalada, ubicándose entre las aplicaciones más descargadas en iTunes (Apple) y Google Play (Android).

Por supuesto, después de haber comprado WhatsApp, Facebook puede permitirse el lujo de tener éxito a corto plazo en el chat. Después de todo, acaba de adquirir alrededor de 500 millones de usuarios de mensajería. Ahora es el momento oportuno para que Facebook realice la transición de ser una red social generalista a una fábrica que produce en serie las aplicaciones sociales demandadas, todas unidas en el backend por el mismo grafo social. Al renunciar a todos los usuarios del chat, al menos por ahora, que no van a migrar desde la aplicación Facebook Messenger, la compañía está dejando claro que no permitirá que las prioridades y los beneficios de hoy frenen la innovación del mañana. Si Facebook puede seguir realizando movimientos atrevidos como éste, se pondrá en peligro la idea comúnmente sostenida en los círculos tecnológicos, que los innovadores dominantes en una era de la computación casi inevitablemente reciben desagradables sorpresas a la siguiente.

Fuente: Wired

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